Diferencia entre gas natural y gas propano
El gas natural y el gas propano son dos recursos energéticos cuyo uso va en alza en los hogares españoles sin embargo no todo el mundo sabe la diferencia entre ellos y esto supone un problema a la hora de elegir qué tipo de recurso vamos a elegir para nuestro hogar.
Entonces es por eso que en Mar Instalaciones vamos a tratar este tema, en este blog encontrarás las respuestas que buscas sobre gas propano y butano y podrás decantar por el que más te convenga.
Gas propano y gas natural, Diferencias
El gas propano se trata de un gas licuado producto de la mezcla de hidrocarburos o de determinados procesos durante el refinado del petróleo. Su composición se basa principalmente en propano, propileno, butilenos y butanos.
Es un gas que en principio es de estado gaseoso pero su capacidad de pasarlo a líquido facilita enormemente su transporte.
Además esta propiedad le dota de distintas posibilidades de distribución como bombonas, depósitos a granel o sistemas canalizados.
Mientras que por otro lado tenemos el gas natural procedente de la fuentes de energía fósil generada a partir de una mezcla de hidrocarburos gaseosos extraídos de yacimientos de carbón o petróleo. La base principal de su composición es el gas metano.
Es un recurso accesible en España dado a que la red de distribución que posee además que este se extiende y abarca gran parte del territorio español, a excepción de las zonas rurales y poco pobladas
Ahora que entendemos y comprendemos el origen y la composición de estos podemos profundizar en las diferencias entre ellas. Veamos exactamente en qué se diferencian los dos para poder compararlos más tarde.
Instalación
Las instalaciones de propano permiten a los consumidores obtener el suministro de gas que necesitan para los equipos de calefacción, principalmente de cocina, calefacción y agua caliente sanitaria.
El gas propano se puede conectar a diferentes aparatos que se utilizan para estos fines, ya sea una caldera de gas, un calentador de agua, una chimenea de gas o aparatos portátiles como estufas o parrillas.
Al igual que el butano, el propano es un tipo de gas licuado de petróleo (GLP). Esto le confiere un alto poder calorífico. Además, es el suministro perfecto para las regiones más frías porque su temperatura de congelación (cuando pierde su capacidad de vaporizarse) es muy baja. Como resultado, el propano es generalmente más común en el norte de España, ya sea en viviendas generales o de segunda o de temporada.
Por otro lado, en las instalaciones de gas natural el tipo de instalación requerida en todos los casos es tipo canal. El gas natural llega al punto de suministro a través del gasoducto que lo transporta.
La principal ventaja es que se alimenta de forma continua y no requiere ningún tipo de almacenamiento. Por su contraparte su mayor desventaja es que la vivienda debe tener acceso a la red de suministro principal.
La instalación depende del tipo de aislante y el tipo de instalación de gas natural dependerá de la ubicación de la vivienda, no es lo mismo vivir en un edificio que vivir en una vivienda unifamiliar.
Valor calorífico
El poder calorífico del gas propano es superior al del gas natural. Genera calor por menos tiempo y consume menos combustible. El gas propano tiene un mejor rendimiento, especialmente en climas fríos. Por eso se recomienda para regiones frías.
El gas propano es resistente a temperaturas de hasta 40º bajo cero, mientras que el gas natural a –5º ya corre peligro de congelarse. El poder calorífico inferior (PCI) es de 10,83 frente a los 26,20 kWh/Nm3 del gas propano y el poder calorífico superior (PCS) es de 11,98 frente a los 28,46 KWh/Nm3 del gas propano.
Precio
El gas natural es más económico que el gas propano, aunque depende de cada distribuidor. El precio del gas natural está entre 0,04-0,06 EUR/kWh y el precio del gas propano está entre 0,08-0,14 precio EUR/kWh. Los precios varían en función de factores como la oferta y demanda, así como situaciones diplomáticas entre otras.
Consumo
El consumo medio de los dos recursos también varía. El gas propano cuesta entre 200 y 470 kWh al mes, mientras que el gas natural cuesta entre 180 y 350 kWh al mes.
Entonces... ¿Cuál es mejor?
El punto de elegir entre gas propano y gas natural es relativo, ya que ambos son sistemas eficientes a nivel energético. Muchos usuarios prefieren el gas natural por su precio y facilidad de uso, pero como su uso está realmente limitado a las ciudades, algunos prefieren el gas propano, que está más disponible.
El propano suele compensar a las empresas o grandes consumidores porque se puede negociar mejor el precio y ajustarlo a las necesidades reales de la actividad en cuestión. El gas natural es barato y generalmente es común en los hogares, a menos que no haya una instalación de gas en el hogar. En este caso, si queremos utilizar gas, la única alternativa posible es gas propano en la bombona. ¿ Y tú?, ¿Cuál eliges?
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